Érika Morales murió tras recibir la eutanasia que solicitaba luego de quedar cuadraplégica tras un ataque en una discoteca.
Foto: Erika Morales / Facebook (01/03/2025)
Érika Morales, la joven de 20 años que conmovió a Colombia con su historia de resiliencia y lucha tras quedar cuadraplégica, falleció tras someterse a la eutanasia el 1 de marzo de 2025. Su decisión, tomada tras años de sufrimiento por las secuelas de un brutal ataque, marca un hito en la discusión sobre el derecho a morir dignamente en el país.
En agosto de 2021, cuando tenía solo 17 años, Érika sufrió un ataque en una discoteca en Pasto, Nariño. Dos mujeres la golpearon con una botella en la cabeza, causándole daños irreparables que la dejaron cuadripléjica. Desde entonces, su vida estuvo marcada por el dolor y la lucha constante por justicia.
A pesar del amor y apoyo incondicional de su familia, la joven tomó la difícil decisión de solicitar la eutanasia, argumentando que su sufrimiento era insostenible. Hoy, su partida deja un vacío inmenso en su hogar, pero también una historia que el país no olvidará.
La familia de Érika apoyó la decisión
Tatiana Morales, hermana de Érika, ha sido la voz más fuerte en la búsqueda de justicia. Durante años, la identidad de las presuntas agresoras estuvo en la sombra, pero recientemente, la familia logró identificarlas, renovando la esperanza de que enfrenten las consecuencias legales.
En sus redes sociales, Tatiana compartió el dolor de despedir a su hermana, pero también reafirmó su compromiso de seguir adelante con la denuncia. “Mi hermana ya descansa, pero nuestra lucha no termina. No podemos permitir que este caso quede impune”, escribió en un mensaje cargado de emoción.
Érika Morales recibió la eutanasia y accedió al derecho a morir dignamente
El fallecimiento de Érika deja una profunda huella en quienes la conocieron y siguieron su historia. Su decisión reabre el debate sobre la eutanasia en Colombia, un derecho que pocos han ejercido, pero que en su caso, fue un acto de liberación ante el sufrimiento.
Su familia, aunque destrozada por la pérdida, continúa exigiendo que las responsables del ataque sean juzgadas. “Érika merecía justicia en vida, pero vamos a seguir luchando para que se haga justicia por ella”, expresó Tatiana.
Hoy, el país despide a Érika Morales con respeto y admiración por su valentía. Su historia no solo es un llamado a la justicia, sino también una reflexión sobre el derecho a decidir sobre la propia vida.
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