¿De quién era la mansión de la carrera 7 con 79 en Bogotá? Este inmueble cuenta un poco la historia de la capital colombiana.

En el norte de Bogotá, entre el concreto y los edificios modernos, se esconde una de las mansiones más antiguas y emblemáticas de la ciudad. Con más de 80 años de historia, la Mansión Moris Gutt es un símbolo del legado arquitectónico europeo en la capital. Ubicada cerca del exclusivo club El Nogal, esta edificación sigue en pie, desafiando el paso del tiempo con su imponente estructura.
A diferencia de muchas construcciones antiguas que han desaparecido por la modernización, esta casa conserva su esencia. Su diseño, inspirado en las villas francesas e italianas, destaca por su fachada de piedra arenisca, amplios jardines y una escalera majestuosa que le otorga un aire de elegancia.
El arquitecto Alberto Manrique Martín fue el encargado de diseñar esta obra, que combina elementos neoclásicos, Art Deco y detalles historicistas. Según el experto en arquitectura Andrés Francel, la mansión es “una historia grabada en la roca abujardada y en la forja metálica con motivos historicistas y formas Art Deco ensambladas en una arquitectura ecléctica de base neoclásica”.
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La edificación se levanta sobre una pendiente suave, lo que permite que tenga una vista privilegiada de su entorno. Su interior alberga un diseño sofisticado con materiales de alta calidad, que resaltan el lujo de la época en la que se contruyó.
¿De quién era la mansión de la carrera 7 con 79 en Bogotá?
El nombre de la Mansión Moris Gutt hace honor a su propietario, Moris Gutt, un empresario y filántropo judío ucraniano que dejó una huella imborrable en Colombia. Tras enfrentar una condena en Rusia, Gutt encontró en Bogotá un nuevo hogar, donde se nacionalizó y se convirtió en un visionario de la construcción.
Junto a su primo Salomón Gutt, lideró el desarrollo urbanístico de al menos 20 barrios en la capital. Su legado no solo se limitó a la arquitectura, sino que también dejó su marca en el sector empresarial. Fue uno de los responsables de la creación de reconocidas compañías como Grasas y Químicos Grasco, Detergentes Dersa, Agroindustrias Indupalma y Alimentos Concentrados Raza.
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Además, impulsó la construcción del Banco Nacional de Sangre, una obra de gran importancia para el sistema de salud en Colombia. Su compromiso con el país trascendió generaciones, y su influencia sigue presente en varios sectores.
¿Por qué sigue en pie la mansión?
En un mundo donde los rascacielos y las construcciones modernas dominan el paisaje, la Mansión Moris Gutt sigue siendo un testimonio del pasado. Su conservación ha permitido que Bogotá mantenga un pedazo de historia, una joya arquitectónica que mezcla el arte, la cultura y la historia de una familia que dejó una huella imborrable en la ciudad.
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A pesar de los años, su estructura sigue firme, recordando a los bogotanos la importancia de preservar el patrimonio arquitectónico. Esta mansión no es solo un inmueble más; es un legado de quienes apostaron por el desarrollo y la modernización de Bogotá sin perder la esencia del pasado.
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