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Candela » Actualidad » Novena de Navidad día 4: oraciones, gozos y villancicos para este jueves 19 de diciembre de 2024
Actualidad Tatiana Carrillo 19 diciembre, 2024
Este jueves 19 de diciembre continúan las Novenas de Aguinaldos. Te compartimos las oraciones para el día cuarto.
Foto: Getty ImagesLa Novena de Aguinaldos es una de las tradiciones más arraigadas en diversos países de América Latina, especialmente en Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá. Se celebra durante los nueve días previos a la Navidad, comenzando el 16 de diciembre, como una preparación espiritual para la llegada del Niño Jesús. Este ritual no solo tiene un profundo sentido religioso, sino que también está cargado de simbolismo cultural y familiar, siendo un tiempo para compartir con los seres queridos, orar juntos y reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad.
La Novena de Aguinaldos tiene sus raíces en el fervor religioso del pueblo latinoamericano, que en su deseo de prepararse para la Navidad, comenzó a rezar y a hacer penitencia en los días previos al 25 de diciembre. Esta práctica surgió en Colombia a finales del siglo XVIII, cuando el sacerdote español Fray Fernando de Jesús Larrea ideó la estructura de la novena, que consiste en oraciones, cantos y meditaciones sobre los misterios de la Virgen María y el nacimiento del Salvador.
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El término “Aguinaldos” hace referencia a los regalos que se dan durante esta época, pero en el contexto de la novena, se refiere a los “regalos espirituales” que se obtienen al orar juntos en comunidad. A lo largo de los días de la novena, las familias se reúnen para rezar, cantar villancicos y realizar actos de caridad, compartiendo la alegría de la Navidad.
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les dísteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
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En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Desde el seno de su madre comenzó el Niño Jesús a poner en práctica su entera sumisión a Dios, que continuó sin la menor interrupción durante toda su vida. Adoraba a su Eterno Padre, le amaba, se sometía a su voluntad, aceptaba con resignación el estado en que se hallaba conociendo toda su debilidad, toda su humillación, todas sus incomodidades. ¿Quién de nosotros quisiera retroceder a un estado semejante con el pleno goce de la razón y de la reflexión?, ¿quién pudiera sostener a sabiendas un martirio tan prolongado, tan penoso de todas maneras? Por ahí entró el Divino Niño en su dolorosa y humilde carrera; así empezó a anonadarse delante de su Padre, a enseñarnos lo que Dios merece por parte de su criatura, a expiar nuestro orgullo, origen de todos nuestros pecados.
¿Deseamos hacer una verdadera oración? Empecemos por formarnos de ella una exacta idea contemplando al Niño en el seno de su madre, El Divino Niño ora y ora del modo más excelente. No habla, no medita ni se deshace en tiernos afectos. Su mismo estado, aceptado con la intención de honrar a Dios, es su oración y ese estado expresa altamente todo lo que Dios merece y de qué modo quiere ser adorado por nosotros.
Unámonos a las oraciones del Niño Dios en el seno de María; unámonos al profundo abatimiento y sea este el primer afecto de nuestro sacrificio a Dios. Démonos a Dios, no para ser algo como lo pretende continuamente nuestra vanidad, sino para ser nada, para quedar eternamente consumidos y anonadados, para renunciar a la estimulación de nosotros mismos, a todo cuidado de nuestra grandeza, aunque sea espiritual, a todo movimiento de vanagloria. Desaparezcamos a nuestros propios ojos y que Dios solo sea todo para nosotros.
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo.
¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervoroso deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.
Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
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Sobre el autor
Comunicadora social y periodista de la corporación universitaria Minuto de Dios, con experiencia en creación de contenido y redacción periodística para diversas áreas, actualmente soy periodista digital de Vibra FM y Candela estéreo.v
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